Beatriz Díaz: «Las mujeres de Puccini tienen el común denominador del sufrimiento»
«Adoro la forma de expresar sentimientos que tiene Puccini; debutar Mimì en un teatro sería todo un sueño para mí» → Apenas unos días después de debutar el rol......
Desde que fuera invitada por Riccardo Muti a cantar la Missa Defunctorum de Paisiello en el Festival de Salzburgo o el Maggio Musicale Fiorentino, y a encarnar el rol de Diana de Iphigénie en Aulide para la Ópera de Roma, su carrera como soprano lírica ha venido evolucionando constante e imparablemente.
Nacida en España, en el concejo asturiano de Aller, estudió con Elena Pérez Herrero y se perfeccionó con Mirella Freni, Montserrat Caballé, Elena Obraztsova y Mady Mesplé.
Lo que el 18 de diciembre se vivió en el Teatro Campoamor quedará para la memoria de las veladas líricas de la Ópera de Oviedo […] El reconocimiento del público, en pie, ante su debut como Cio-Cio San, trascendió toda admiración previa para responder a una interpretación antológica […] Decía María Callas que «no es suficiente con tener una bella voz. La tienes que tomar y romper en mil pedazos» ante un personaje. Quizá Beatriz Díaz hizo algo así al preparar este rol imprescindible mientras examinaba la historia de la frágil geisha; porque lo que ha hecho es un trabajo profundo que la ha llevado a conocerse aún mejor como cantante y a crecer como artista. En la piel de la soprano se descubrió una Cio-Cio San inocente y complaciente, cuando la protagonista aún es ajena a su infortunio. En ese primer momento ya se contempló un trabajo exquisito, con un fraseo emocionante y siempre sensible a los elementos musicales para conjugar con su voz […] y así lo expresó la soprano con flexibilidad en sus curvas vocales y con una ternura que deja entrever firmeza de carácter («repudiada y feliz»), frente a los presagios. En el segundo acto el público suspiró ante los sentimientos encontrados de Butterfly, con un canto lleno de matices, entre la añoranza y la desesperanza, con un largo aplauso en «Un bel dì, vedremo». Brilló ante el desengaño, con nuevos aplausos para «Che tua madre dovrà» […] Ese «quiero que me vea con el velo del primer día» bastó para encoger el ánimo del público, antes de anochecer con las voces del Coro de la Ópera de Oviedo «a bocca chiusa». Las emociones siguieron a flor de piel en el tercer acto («Duerme amor mío»), cuando la madre toma las riendas de su destino y se enfrenta al desenlace, con momentos estremecedores («Mírame bien amor mío»).
Ópera Actual, 22 de diciembre de 2020
El trabajo de Beatriz Díaz nos pareció admirable –destaca Aurelio M. Seco en la revista Codalario–. Estamos ante una soprano de gran talento que, a pesar de su juventud, ya cuenta con una interesante trayectoria –no olvidemos que ganó el concurso de canto Francisco Viñas de manera aplastante y fue seleccionada por Riccardo Muti, entre otras muchas cosas–. Díaz posee una gran personalidad cantando, así como ciertas delicias interpretativas marca de la casa en las que uno puede verla reflejada como artista, como su forma de afrontar ciertos agudos, de manera precisa y cuidada, para acto seguido incrementar su sonido y volumen con un bonito regulador. La voz es bella, de lírica pura, blanca, suave, carnosa, agradable. Son obvios su desparpajo e inteligencia, en escena y cantando. Su Adina fue de quilates. Díaz se relamió en el personaje como si quisiera mostrar todo su repertorio de posibilidades vocales. Fue una hermosa lección de canto, y en su propia casa. Así que la soprano asturiana triunfó en el Campoamor con un gran papel protagonista.
Codalario, 16 de noviembre de 2017
Beatriz Díaz ha alcanzado un nuevo y rotundo éxito en la primera representación de «El imposible mayor en amor, le vence Amor» […] La soprano, que encarnó el papel de Amor, estuvo enorme durante toda la obra, especialmente en el aria “¡Ay, Júpiter, ay, ay...” y en la arieta “¿Por qué despreciaste, por qué baldonaste...”, luciendo su habitual pureza tímbrica, hermoso colorido vocal, afinación absoluta, dicción impecable y espléndido empaque sobre las tablas.
AM Cultura, 21 de marzo de 2016
Volvió a brillar en casa Beatriz Díaz, con un control absoluto de su instrumento, a pesar de pasar por un proceso catarral. Marcó presencia en “Madamigella Valery” con Juan Jesús Rodríguez, y en “Ecco: respiro appena” conquistó plenamente, con su delicadeza al recoger el fraseo, en una voz bien modulada, que parece adquirir nuevos registros, con la elegancia que caracteriza ya a la cantante .
Ópera Actual, diciembre de 2015
Juan Jesús Rodríguez y Beatriz Díaz interpretaron magníficamente el duetto “Madamigella Valery”; y la soprano se mostró espléndida, singularmente en musicalidad, en “Ecco: respiro appena…” de «Adriana Lecouvreur» de Cilea.
La Nueva España, 16 de noviembre de 2015
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