«A Mozart, ¡o se canta bien o no se canta!»

«A Mozart, ¡o se canta bien o no se canta!»

Beatriz Díaz es, con tan solo 23 años, una de las cantantes asturianas con un futuro más prometedor. Mañana se estrena cantando una ópera de Mozart en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, donde abordará el personaje de Despina, de la ópera «Così fan tutte». La producción, que se presenta como un estreno absoluto de la Fundación Multiarmonía, estará dirigida en lo musical por Juan Pablo de Juan, y por Gustavo Tambascio en lo escénico. La función se repetirá el sábado en el «Jovellanos» de Gijón
 
– ¿Cómo entró a formar parte de esta producción?

– Ya había trabajado con ellos hace dos años, y este verano recibí la llamada para contar conmigo en esta ópera. Estoy encantada y muy ilusionada de formar parte de la compañía, y sobre todo de estrenarla en Avilés, que es una ciudad a la que tengo mucho cariño porque siempre se ha portado muy bien conmigo.
 
– Los componentes de la compañía son muy jóvenes.
– Sí, el promedio de edad debe rondar los treinta años. Al ser gente joven estamos tomando el trabajo con mucha ilusión, sobre todo ahora que el estreno es inminente y es necesario que todos hagamos un mayor esfuerzo porque todo salga bien.
 
– ¿Cómo se han desarrollado los ensayos?
– Los ensayos los comenzamos a mediados de Octubre en Madrid. En los últimos días han sido muy intensos, sobre todo porque tenemos doble reparto, que también tuvo que aprenderse la obra. Hasta el miércoles no hemos podido venir a Asturias, por lo que la producción tuvo pocos días para adecuarse al teatro.
 
– Hábleme del personaje que interpreta.
– Despina es una criada a la que habitualmente se la suele representar de manera bastante chabacana. En este caso Gustavo Tambascio ha optado por darle un toque escénico más refinado, muy parecido a una muñequita de porcelana. Vocalmente se sitúa en un registro central, adecuado a mi tesitura de soprano lírico-ligera. Se trata de un papel arriesgado pero sólo hasta cierto punto, porque no tiene demasiados pasajes complicados. En realidad interpretar a Mozart te cuida bastante, aunque es exigente. A Mozart, ¡o se canta bien o no se canta!.
 
– ¿Cuál es su opinión sobre la ópera?
– Es una ópera coral, desarrollada fundamentalmente a través de seis solistas, con unas cuantas participaciones concertadas, y que son algo difíciles de ensamblar musicalmente.
 
– Hábleme de las características de la producción.
– Se sitúa en el s. XVIII, con esas pelucas de época tan bonitas. Escénicamente la obra tiene una estética que recuerda algo a la de La rondine vista en el Campoamor la pasada temporada, aunque no se trata de una obra totalmente conservadora en el terreno escénico, sino que presenta algunos aspectos novedosos que creo sorprenderán al espectador. No hay que verla como una gran producción, sino como una propuesta escénica que se ha sacado adelante con la ilusión de todos, y con el ánimo de hacer algo que a la gente le guste.
 
– ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

– Tenemos prevista una gira con esta obra que nos llevará por varias ciudades españolas. Además, el próximo 11 de noviembre tengo un recital en el Auditorio Nacional de Madrid con motivo de la celebración del día de la Almudena, y acompañada de la Orquesta Sinfónica de Córdoba. Por último, al finalizar el año estaré el 29 y 30 de diciembre en el Teatro Real, haciendo unos conciertos escenificados que repetimos todos los años.
 
La Voz de Asturias, 4 de noviembre de 2004