Amor y muerte sobre un paisaje de leyenda

Amor y muerte sobre un paisaje de leyenda

El Campoamor inaugura hoy la 75 Temporada de Ópera de Oviedo con el estreno absoluto de la «La dama del alba», de Luis Vázquez del Fresno, inspirada en el drama homónimo de Alejandro Casona


Escribir una página previa al estreno absoluto de una ópera que aún no se ha escuchado es como si un ciego tuviese que describir los colores del arcoíris. Sin embargo, en La dama del alba nos encontramos al menos con dos referencias válidas para intentar un acercamiento a la ópera. La primera, el propio drama teatral de Alejandro Casona, seguido con precisión por Luis Vázquez del Fresno (Gijón, 1948). La segunda referencia es musical y nos remite a la obra Florilegio del alba, suite sinfónica de Vázquez del Fresno, estrenada por la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias en el año 2018. El «Florilegio» creado a partir de la ópera es una obertura sinfónica en varios movimientos que introduce psicológica y musicalmente a los personajes principales del drama operístico.

La dama del alba es una ópera de largo aliento compositivo, tanto por la paciente elaboración −esencialmente, desde 1997 al 2003, pero nos consta que hubo esbozos anteriores y retoques posteriores a estas fechas− como por la variedad de recursos musicales y dramáticos. El compositor es también el autor del libreto, que sigue con fidelidad casi literal el texto original de Casona. Por ambiente, composición, drama, mitos e intérpretes, La dama del alba es una ópera en la que los rasgos asturianos dejan de ser meros adjetivos o añadiduras para transformarse en cualidades fundamentales.

La acción de la ópera se desarrolla en un pueblo asturiano, trasunto del Besullo natal de Casona, en el occidente de la región. En la casa de labranza «que trasluce limpieza y bienestar» −escribe Casona−, la familia recuerda la tragedia de Angélica, desaparecida el día de su boda con Martín, en la noche de San Juan. Aunque su cadáver no se encontró, se sospecha que murió arrastrada por un rabión del río. En la casa aparece un extraño personaje, la Peregrina, mujer de edad indeterminada, gesto cansado, fría pero hermosa. Es la personificación de la muerte, y viene para llevarse a Martín. Pero la Peregrina, agotada por la conversación con los niños de la casa, se queda dormida con el fuego. Esa misma noche, Martín salva a una muchacha de ahogarse en el río. Es Adela, una mujer bondadosa y llena de vida que acabará ocupando el papel de Angélica. Siete lunas después de estos hechos, la Peregrina vuelve al pueblo en la noche de San Juan. El abuelo, que la reconoce como la muerte, sospecha que se va a llevar a Adela o a alguien de la familia. Pero no es así. La Peregrina se lleva al amanecer a otro personaje atormentado, que al fin podrá descansar en aromas de santidad.

La dama del alba se estructura en tres actos −la obra de teatro tiene cuatro, lo que denota un esfuerzo de condensación por parte de Vázquez del Fresno−, con varias escenas en cada acto. El compositor combina -o, mejor dicho, superpone- diferentes estéticas compositivas. Por una parte, una música tonal libre y ampliada con recursos impresionistas y armonías de cuarta. Por otra, sonoridades atonales con algunos rasgos aleatorios. Finalmente, referencias propias al folklore y la música popular asturiana. Voces cuidadas, con arias, monólogos, dúos cantábiles, arropados por un mundo de sugerencias sonoras que subrayan el fondo mágico de la obra.

En la historia de la Ópera de Oviedo, La dama del alba es el segundo estreno absoluto. El primero fue Fuenteovejuna, de Jorge Muñiz con libreto de Javier Almuzara, representado en el Campoamor en el año 2018. La ópera de Vázquez del Fresno se representará en el Campoamor hoy, a las 19 horas, y los días 13, 15 y 17, a las 19.30.

El maestro avilesino Rubén Díez dirigirá a la OSPA, el Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo) y los niños de la Escuela Musical Divertimento. La dirección escénica correrá a cargo de Emilio Sagi, que cuenta con la escenografía de Daniel Bianco. Serán sus intérpretes el contratenor Mikel Uskola como la Peregrina; la soprano Beatriz Díaz en el papel de Adela; el tenor Santiago Vidal como Martín; la soprano Carmen Solís en el rol de Angélica; el bajo David Lagares como el Abuelo, la mezzo Marina Pardo como Telva; la soprano Maite Alberola como la Madre; el tenor Juan Noval-Moro en el papel de Quico; Ruth González como Dorina y los niños de la Escuela Divertimento Rita García, Irene Gutiérrez, Carla Gutiérrez y Gabriel Orrego. En las funciones de los días 13 y 17, Berna Perles, María Zapata, Marina Pinchuk, Luis López Navarro y Sandra Ferrández interpretarán los papeles de Adela, Angélica, Telva, el Abuelo y la Madre, respectivamente.

El Comercio, 11 de septiembre de 2022 · Ramón Avello