Beatriz Díaz: «Sería interesante que nos dijeran las razones por las que han cerrado un teatro»

Beatriz Díaz: «Sería interesante que nos dijeran las razones por las que han cerrado un teatro»

«El propio Adrián Barbón defendía hace dos semanas que la cultura es segura, y ahora ha adoptado estas medidas»

 

La soprano asturiana Beatriz Díaz encabeza el reparto de Madama Butterfly para la sesión del Viernes de la Ópera. Con la función programada originalmente para el día 20, y con las fechas en pleno proceso de revisión (las seis funciones se han reprogramado entre el 20 y el 30 de este mes, una vez que concluyan las medidas restrictivas impuestas por el Principado), Díaz está ahora a la espera de ver cuándo podrá debutar en uno de sus roles favoritos del repertorio operístico.

–¿Cómo reaccionó al saber que las medidas restrictivas obligaban a cerrar el Campoamor?
–La verdad es que el sentimiento era de impotencia, de frustración. No puedes hacer nada para evitarlo, y no es una decisión que se deba a que tú hayas hecho nada. Te quedas frustrado, porque el trabajo estaba rodado, íbamos a velocidad de crucero como para salir del horno

–Tienen la esperanza de que esta situación no se va a prolongar y que van a poder estrenar este mes, ¿no?
–Claro, nosotros estamos con la idea de que las cosas seguirán su cauce y que el día 18 podremos ya entrar en el teatro. Me consta que la Ópera de Oviedo está haciendo todo lo posible y más para poder reanudar la producción y no perder el trabajo. Pero yo estoy convencida, y si no es este año será el que viene, aunque sería una pena.

–Para la Temporada de Ópera sería un palo tremendo
–Es que es un año tremendo a todos los niveles. Además, hablamos de una producción muy importante, que viene de Düsseldorf, que ya está aquí y que, si no se puede hacer, pues supone unos gastos, aparte de lo que perderíamos las más de cien personas implicadas en la producción. Para todos nosotros, laboralmente, es una situación muy difícil, y todos tenemos un poco de miedo que se pueda repetir. Esperamos poder retomar una cierta normalidad, entre comillas. Que implica cosas como trabajar con mascarilla o que te tomen continuamente la temperatura, pero preferimos esa «normalidad» a que no exista la ópera.

–Usted, además, tenía muchas ganas de hacer Madama Butterfly, ¿no?
–La verdad es que para mí hay dos óperas muy especiales: La bohème y Madama Butterfly. Es una cuestión de gusto personal, de carácter. Es cierto que el repertorio de Puccini exige al cantante una madurez vocal y llegar con unos mimbres técnicos muy asentados, porque cada obra es un «tour de forcé». Pero para mí es algo especial, y me apetecía además acercarme al personaje en casa, y viendo trabajar a una persona como Ainhoa Arteta, que tiene dominado el papel. Era una manera de enseñar una faceta nueva de mí.

–Madama Butterfly pasa por ser el título estrella de la temporada. ¿Es una producción tan impresionante como promete?
–A mí me parece espectacular. Yo adoro a Puccini y los cantantes que están implicados en esta producción son auténticos especialistas. Alguien podrá decir que con todo lo que está pasando se agradecería más ver una comedia que esta tragedia tremenda, pero puedo asegurar que salíamos emocionados de los ensayos.

–¿Conoce usted algún caso de contagio de coronavirus en un teatro?
–Con el corazón en la mano, puedo decir que no. No conozco que haya habido ningún brote vinculado a un teatro. Cuando en julio se hizo La Traviata en el Palacio Real no pasó nada, y el inicio de ésta, con Un ballo in maschera, tampoco. Pero es cierto que cada comunidad autónoma hace un poco lo que le parece que tiene que hacer. En Sevilla han montado sesiones en «streaming» con el público en el teatro limitado a 200 espectadores; en Madrid está abierto con restricciones de aforo; en Bilbao han aplazado el estreno de Alzira porque tienen miedo a no poder hacerlo… Estamos todos mirando a un lado y a otro, un poco «allí sí, allí no». Sería interesante que nos dijeran las razones por las que se cierra un teatro. En realidad, yo creo que todos los informes que circulan por ahí coinciden en que los teatros son seguros, y hasta Adrián Barbón decía, hace dos semanas, que la cultura es segura y que se había visto que no había problema, y que no se tocaba. Eso fue hace dos semanas, un apoyo público en toda regla, y ahora, con estas medidas, se cierra todo.

La Nueva España, 7 de noviembre de 2020 ● Franco Torre