Beatriz Díaz, soprano lírica: «Mi voz tiene más cuerpo. Está más asentada»

Beatriz Díaz, soprano lírica: «Mi voz tiene más cuerpo. Está más asentada»

Nacida en Boo (Aller) es una de las cantantes asturianas más destacas del momento. Estos días está formando parte del reparto de la ópera «Tannhäuser», en el Teatro Campoamor 

– Fue toda una sorpresa encontrarla en el montaje, porque no aparecía en el programa
– Sí, no sé lo que pasó. Habrá sido un despiste, porque formo parte de la producción desde el primer día. La gente se portó muy bien conmigo, fue el público el que dijo: ¡oye, esta chica no está! Ese interés me gustó.

– Claro que no se sabe muy bien qué papel tiene: ¿de pastor, o de Virgen?
– El original es un pastor, sólo que desde el principio el director de escena me dijo que concebía mi papel como el de la Virgen.

– ¿Y qué le parece esa especie de transmutación de papeles?
– Bueno, la verdad es que no es coherente con el texto que yo canto. Como imagen no me parece mal, aunque no tengo claro qué intentó.

– También se podría haber puesto una Virgen y respetar la aparición del pastorcillo.
– Gorski basa su montaje en una mezcla de realidad y sueño, pero al espectador le resulta difícil diferenciar lo uno de lo otro.

– Mucha gente comenta lo de la señora en silla de ruedas
– Gorski opina que es la madre de Tannhäuser. En el fondo lo que sucede es que hay ciertos elementos que no se entienden, que para él tienen un sentido, pero que no se han logrado orientar claramente de cara al espectador.

– Que sepa que en su aparición algún miembro del público la confundió con Emily Magee
– Vaya, pues es todo un privilegio porque Emily canta genial y que te comparen con ella es una suerte. Siempre me dicen que con lo pequeña que soy no saben de dónde saco la voz, aunque no creo que el sonido vaya en proporción al físico.

– ¿Y en qué momento está su voz?        
– Todavía soy muy joven, sólo tengo 24 años, y tengo una voz de soprano lírica. Ahora aprovecho para cantar papeles de lírico-ligera, para no quemarme demasiado. Pienso que quizás la voz va adquiriendo un poco más de cuerpo. Ahora está algo más asentada.

– ¿Cómo van sus estudios?
– En España sigo estudiando con mi profesora en Mieres, Elena Pérez Herrero, pero a nivel internacional voy a Italia una vez al mes, a estudiar con Mirella Freni en Vignola, un pueblo de Bolonia. Conseguí ingresar en esa academia gracias a una audición en la que sólo pasamos 15 personas.

– ¿Qué opinión le merece el «Tannhäuser» en el que participa?
– Me parece que se han conseguido unos cantantes muy adecuados para su rol, y que además son muy buenos compañeros. Se apoya a los cantantes españoles y eso es bueno. Musicalmente creo que Haider ha hecho un buen trabajo con la orquesta. Respecto al montaje yo creo que da pie a hacer muchas cosas.

– ¿Qué proyectos tiene?
–  La semana que viene tengo una actuación en Sevilla y otra en Rabat, después vuelvo a Italia. En enero volveré al Real a hacer El Pequeño Deshollinador.

– ¿Qué papeles le gustaría hacer?
– No quiero correr demasiado, de momento una Micaela o una Musetta, que aunque son papeles cortos son importantes. Más adelante una Mimí, I Puritani, un repertorio más lírico. Quiero ir poco a poco, sin necesidad de forzar.

– ¿Qué piensa de la desconsideración del ministerio para la ópera de Oviedo?
– No conozco bien el caso, pero creo que una institución pública debería repartir equitativamente, sobre todo si tenemos el caso de la gran historia operística que presenta Oviedo.

– ¿Sigue viviendo en Madrid?
– Sí, a Asturias sólo vengo para trabajar o para ver a mi familia. Ando a caballo entre Madrid y Bolonia.

La Voz de Asturias, 13 de octubre de 2005