«Clementina» en el Auditorio Manuel de Falla de Granada

«Clementina» en el Auditorio Manuel de Falla de Granada

Beatriz Díaz vuelve a Granada convencida de lograr otro gran éxito | La soprano asturiana repite en el elenco de «Clementina» que se estrena los días 20 y 21 de mayo en el auditorio Manuel de Falla de la capital granadina.

 

Beatriz Díaz y Granada mantienen un idilio de simpatía y admiración tan especial como recíproco. La cantante «se encuentra encantada en una ciudad que adora» y el público granadino siente auténtica fascinación por una artista que consideran de casa por su cercanía, entrega y rico arsenal canoro sobre las tablas.

El romance comenzó en 2014, cuando la soprano «tapizó con su voz» el cielo nocturno de la urbe andaluza con dos deslumbrantes interpretaciones de la cantata Carmina Burana celebradas en el recinto al aire libre del Palacio de Carlos V que alberga La Alhambra y versionadas por La Fura dels Baus. Allí, rodeada de una atmósfera irrepetible, al calor de los aficionados y a la luz de la luna recogía entre bises y lágrimas de emoción quince minutos de incesantes aclamaciones, preámbulo de las que volvería a escuchar con esta misma pieza en Macedonia y Taiwán poco después.

Pues bien, el galanteo volverá a arribar otra vez a buen puerto este fin de semana con sendas entregas de Clementina, la zarzuela neoclásica de Luigi Boccherini y Ramón de la Cruz con la que Díaz «cosechó un meritorio triunfo» la pasada temporada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Con los honores propios de un gran hito, esta joya lírica en dos actos se presentó por primera vez en la historia del coliseo madrileño el 6 de mayo de 2015 y el respetable premió de lo lindo a la cantante con grandes y merecidas ovaciones en su papel de Cristeta, «la traviesa, avispada y enamoradiza empleada del servicio doméstico» a la que prestó deliciosa expresión vocal e impecable empaque escénico.

Díaz se muestra dispuesta a reverdecer los laureles con el mismo reparto que le dio fe de bautismo a este título en el templo de la capital madrileña, es decir con las sopranos Carmen Romeu como Doña Clementina y Vanessa Goikoetxea como Doña Narcisa, con la mezzosoprano Carol García como Doña Damiana, con el tenor Juan Antonio Sanabria como Don Urbano y con el barítono Toni Marsol como Don Lázaro. El elenco se completa con los actores Xavier Capdet que oficiará como Marqués de la Ballesta y con Manuel Galiana que hará las veces de Don Clemente. La única novedad es la presencia en el foso de la Orquesta Ciudad de Granada, anfitriona de las dos funciones que podrán disfrutarse en el auditorio Manuel de Falla, y en las que también repiten el maestro italiano Andrea Marcon como experto director musical frente al atril y el catalán, de origen uruguayo, Mario Gas en la preciosista dirección escenográfica.

Esta comedia de enredos, mezcla de zarzuela y ópera bufa, fue escrita en un período de transición de lo cortesano a lo popular, y está llena de dinamismo y frescura, de refinamiento y delicadeza, de raigambre y costumbrismo. En la partitura encontramos «partes de belcanto, aunque es justo reconocer el predominio melódico de la tradición musical española», explica Marcon. Por su parte, Gas revela que tras aligerar el texto y «quitar la paja que ocultaba la bondad de la obra, pero sin tocar ni un solo compás, la dramaturgia destaca por su vistosidad, sugestiva iluminación, elegantes figurines y exquisitas piezas de atrezo para configurar un montaje que entremezcla lo cómico y lo serio en un marco estético de creativa variedad».

La acción transcurre en Madrid, en una sala de tertulia y labor en la casa de Don Clemente, en el último tercio del siglo XVIII. Clementina y su hermana menor, Narcisa, hijas del viudo Don Clemente, viven bajo la tutela de su aya, Doña Damiana, y atendidas por la criada Cristeta, enamoradiza y deslenguada. Clementina -sumisa y dulce- y Narcisa -vivaracha y revoltosa- reciben lecciones de música de Don Lázaro durante sus ratos de ocio. Clementina ama en secreto a Don Urbano, caballero portugués de paso por la Corte, que también se siente atraído por ella. El Marqués de la Ballesta, amigo de Don Clemente, visita su casa solicitando que le entregue a una de sus hijas en matrimonio, pero éste se niega alegando que Narcisa es muy joven y Clementina pretende ingresar en un convento. Una carta deslizada en una partitura cambiará la suerte de los protagonistas y el rumbo de sus aspiraciones amorosas. Pero a la luz de los acontecimientos que se irán sucediendo, todos hallarán consuelo y compartirán un final feliz.

Como ya quedó dicho aquí y parafraseando al musicólogo Miguel Ángel Marín, a quien debemos la versión crítica de la obra, «Clementina fue compuesta en 1786, y seguramente finalizada durante el otoño. Tanto la música como los versos fueron un encargo de la condesa-duquesa de Benavente, María Faustina Téllez Girón y Pérez de Guzmán (1724-1797), viuda del XI conde de Benavente, Francisco Alonso Pimentel y Borja». Según diversas fuentes, habría sido estrenada por familiares y amigos de Faustina Téllez en su salón del Palacio de la Puerta de la Vega el día de Nochebuena de 1786, en el marco de una celebración privada y probablemente dirigida musicalmente por el propio Boccherini, no siendo representada para el público hasta el 5 de enero de 1799 en el madrileño Teatro de los Caños del Peral.

■ AM Cultura, 19 de mayo de 2016