Emotivo homenaje a Beatriz Díaz

Emotivo homenaje a Beatriz Díaz

Fiel a sus raíces, la soprano recibe el homenaje de la asociación «Canción Asturiana de Gijón», de la que ya es presidenta de honor.

La soprano allerana Beatriz Díaz ‒en el centro de la imagen, con su sobrino en brazos‒ recibió ayer un caluroso homenaje en el Marieva Palace de Gijón. Díaz disfrutó del merecido tributo de la asociación cultural «Canción Asturiana de Gijón» por su trayectoria artística. Y, de hecho, su junta directiva aprobó en su última reunión designarla por unanimidad presidenta de honor de la agrupación por su estrecha relación con la tonada, en la que empezó a despuntar a los seis años, «la simpatía desbordante que despliega, la más auténtica bandera de asturianía», su exitosa carrera internacional en el mundo de la lírica y su probada solidaridad en favor de los más necesitados.

La soprano regresó ayer a los orígenes, con los de casa, los amigos «de siempre» que fueron, en parte, «culpables de que haya hecho lo que hice». Una vocación que estuvo muy ligada a su padre, Ricardo Díaz, cantante de tonada, y un colectivo que la vio crecer «desde que era una niñina», recordaba ayer Mari Celi Fernández, de la directiva de la asociación.

«Fue una maravilla, nos pusimos en contacto con ella y no hubo ningún problema, nos dijo que sí enseguida y sólo fue cuestión de cuadrar un día», explicaba. Así que ayer la laureada cantante, la misma que empezó cantando tonada y decidió a los 16 años que su mundo era la ópera, pisó las «tablas» de un restaurante gijonés en el que cerca de un centenar de amigos quiso rendirle homenaje.

«Estoy encantada y emocionada, porque es gente que conozco desde hace muchos años, es un honor», aseguraba antes de subir las escaleras del establecimiento flanqueada por un pasillo de allegados cantando el «Asturias, patria querida». Posó con ellos, amigos, padres y hermana, y recibió la distinción «llena de orgullo».

Para devolver «tanta generosidad», Beatriz Díaz hizo lo que mejor sabe: cantar en honor de su público. Lo hizo acompañada al piano por Óscar Camacho, primero con «Al pasar por el puertu», para «recordar mis orígenes con la música asturiana que tan bien se está cuidando», y después con una romanza de  «El dúo de ‘La Africana’» y el vals de «La bohème», para «hacer un pequeño repaso por mi evolución».

El musicógrafo Pablo Álvarez glosó la «impresionante» trayectoria internacional de la cantante y, tras aludir al primer premio del concurso de canto «Francisco Viñas» que la soprano conquistó con suma brillantez en 2007, finalizó su intervención con estas palabras: «Beatriz, mi Bea si se me permite, sigue sumando galardones y premios, «Medalla de Oro» del concejo de Aller, la «Condecoración de Honor» del Centro Asturiano de Buenos Aires en Argentina, miembro de mérito de la «Orden de los Caballeros del Sabadiego» de Noreña o el premio «Camerino 22» al personaje de la temporada del teatro Campoamor en 2009. Y porque no solo de música vive el hombre, aunque sea un lugar en el que todos nos encontramos, estas líneas escritas desde la admiración, casi devoción, no hacen sino corroborar el acierto que vuestra Asociación ha tenido en homenajear a nuestra Beatriz Díaz. ¡Gracias a ACAXI y enhorabuena a vuestra presidenta de honor!».

■ La Nueva España y El Comercio, 8 de junio de 2015