Momento número 1 «L’amico Fritz» en el Teatro Campoamor de Oviedo (2002)

Momento número 1 «L’amico Fritz» en el Teatro Campoamor de Oviedo (2002)

Mi primera ópera. Mi primer gran reto como solista en la piel de «otra persona»: Caterina, la eficiente doncella. Mi primer papel. Nervios, emoción, mariposas en el estómago. Mi llegada a un mundo desconocido que vino a cambiar mi vida.

Me fascinaron los ensayos, el modo en que la obra iba creciendo y tomando una gran dimensión. Desde el primer encuentro con mis compañeros de reparto, con unas voces que me sonaban a música celestial, a las primeras indicaciones de un director musical y a las primeras pautas de un director de escena.

Y llegó el día. 11 de noviembre. Vestuario, maquillaje, peluquería y… arriba el telón.

En ese momento mágico soy consciente de la grandiosidad de la ópera como espectáculo total. Todo es nuevo, todo me parece un sueño.

Y en el momento de pisar las tablas, en el instante que mi voz se hace canto, mis  mariposas y yo volamos juntas.

► Beatriz Díaz, 28 de octubre de 2017