Oviedo: Más zarzuela, por favor

Oviedo: Más zarzuela, por favor

Beatriz Díaz triunfó en el rol protagonista gracias a un dominio vocal indiscutible

 

El director de escena Joan Font, fundador de Comediants, tuvo claro que escogería El dúo de La africana para responder al encargo del Festival ovetense para realizar una nueva producción de un título emblemático y de sobra conocido. El dúo de La africana es una divertida historia de metateatro entre bastidores, durante unos ensayos de la ópera La africana, de Meyerbeer, en época de Fernández Caballero y Miguel Echegaray, compositor y libretista de esta obra fundamental del género. Esta producción de estreno reunió al director de Comediants y al director musical Miquel Ortega, nombres cuyo regreso al Campoamor fue este mes muy celebrado por el público.

El dramaturgo y guionista Piti Español se sumó al equipo creativo para la adaptación literaria de la zarzuela, que en esta versión actualizada resultó ser un valor seguro para ser exportada, no porque presente nada realmente novedoso en su planteamiento, sino porque mantiene los elementos habituales y necesarios para llegar al público en una obra bien construida que saca jugo a esa mezcla de tintes italianos sobre la base popular que ideó Fernández Caballero. El mago Raúl Alegría se sumó a la compañía para desenredar la trama final. Porque doña Serafina, que encarnó una Carmen Gloria García con carácter, no veía bien que su hijo se dedicara a cantar, y quiso llevarse a Guissepini a su Aragón natal. Este fue el tenor Alejandro del Cerro, resuelto en la escena y luciendo fuerza vocal, como en el dúo con Querubini, de lo mejor de la interpretación, si bien su momento estelar llegó en «Comprende lo grave de mi situación», para otra expresividad vocal junto a La Antonelli.

La triple estrella fue aquí Beatriz Díaz, una dama de gracia andaluza y gafas oscuras, quizá cual Martirio, nombre fundamental para resituar el folclore español en la cultura pop. Una idea que puede conectar con la versión de «Oh! Selika» que se inserta a la guitarra eléctrica, de la canción italiana al rock. Díaz revolucionó la escena con un dominio vocal indiscutible, brillando en el dúo con Giussepini y la conocida «Jota». Hay que destacar la labor de Miquel Ortega como compositor para la incorporación de partes musicales que respetan la estructura de la obra muy coherente por el material musical original de la zarzuela. Al frente de Oviedo Filarmonía realizó un trabajo impecable, para lo refinado de la partitura de la zarzuela.

Hay que recordar que Cherubini quiere hacer negocio sin pagar al personal, pero el control de la compañía se le escapa ante sus ojos. El avaro personaje fue defendido por Jorge Eleazar, de lo mejor del reparto, tanto en lo dramático como en la flexibilidad de una voz muy asentada en su papel. Noèlia Pérez fue su hija, histriónica y divertidísima, ante la insistencia del bajo que interpretó Alfonso Aguirre Zorroza. Y si hubo un papel fundamental fue el del coro, aquí una Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo» que marcó presencia desde el inicio en páginas que domina a la perfección.

Ópera Actual, 20 de mayo de 2019 • Diana Díaz