Ante un estreno rodeado de esbelta vistosidad, la cantante encaró en Madrid con gran desenvoltura el papel protagonista de Amor, pieza clave de esta hermosa zarzuela en dos jornadas con texto del asturiano Francisco Bances Candamo y música del compositor barroco guadalajareño Sebastián Durón (1660-1716), de quien se cumplía el tercer centenario de su fallecimiento. «La soprano estuvo enorme, especialmente en el aria “¡Ay, Júpiter, ay, ay…” y en la arieta “¿Por qué despreciaste, por qué baldonaste…”, luciendo su habitual pureza tímbrica, hermoso colorido vocal, afinación absoluta y dicción impecable» (AM Cultura, 21 de marzo de 2016). «La siempre cristalina Beatriz Díaz» (ABC, 20 de marzo de 2016) obtuvo como premio una merecidísima y larga ovación, tan resonante como la que escucharon sus colegas de reparto, artistas todos de gran talla y extraordinaria solvencia.