En el debut ovetense de la cantante en esta obra, la prensa dijo entonces: «Beatriz Díaz deslumbró, cantando mientras bailaba, bailando mientras cantaba, en posiciones incómodas e incluso gratuitas respecto de la acción, dominando del todo el registro agudo y saltarín del personaje, y aportando su dulce y delicado timbre, que algunos estamos deseando ver al servicio de Puccini. Díaz hizo grande un personaje pequeño, haciéndose con el control absoluto de la escena en los números concertantes, donde su voz destacaba por encima de las demás» (La Voz de Asturias, 24 de enero de 2009) o «El contrapunto llegó gracias a la excelencia del Oscar de Beatriz Díaz, quien cumplió con abundancia su cometido manteniendo el rol en primer plano» (Ópera Actual, marzo de 2009).