Arropado por la Orquesta Sinfónica de Navarra y el Coro de la Asociación Gayarre Amigos de la Ópera llegaba al auditorio pamplonés el estreno absoluto de un espectáculo que, a semejanza de los que popularizara el inquieto productor José Tamayo en la segunda mitad del siglo pasado, propone un recorrido por los más importantes números de zarzuela. «Beatriz Díaz tuvo que lidiar con ubicaciones incómodas, números seguidos y romanzas durísimas poco escuchadas como “Sierras de Granada” de La Tempranica y la “Canción de Paloma” con coro de El barberillo de Lavapiés, siempre presente su voz, proyectando sin problemas y cantando con el gusto y musicalidad que caracterizan a la asturiana, así como su entrega y escena convincentes. Empaste idóneo en los dúos, así como en el conjunto de “Las mañanitas” de Don Gil de Alcalá» (La Música, 27 de febrero de 2015).