«Animamos a Oviedo a dar un paso más para ser un referente mundial como capital cultural»

«Animamos a Oviedo a dar un paso más para ser un referente mundial como capital cultural»

La Fundación Ópera de Oviedo recibe la Medalla de Oro de la ciudad en el Campoamor, escenario en el que su presidente promete «apoyar el talento asturiano»


«Sois el mejor patrimonio inmaterial de Oviedo; un envidiable motor turístico que año tras año consigue atraer a las figuras más importantes». Con estas palabras, el alcalde Alfredo Canteli resumió el motivo por el que la Fundación Ópera Oviedo recibió ayer la Medalla de Oro de la ciudad durante un emocionante acto en el Teatro Campoamor a mediodía. Un evento en el que la música y los discursos se conjugaron armoniosos divididos en dos «actos operísticos» en los que también se conmemoraron sendas efemérides: el 75 aniversario del ciclo de ópera y los 130 años del Teatro Campoamor.

El regidor salió a escena junto al presidente de la Fundación Ópera, Juan Carlos Rodríguez-Ovejero, y ocuparon las dos primeras sillas. Detrás, les acompañaban representantes de las diferentes ramas profesionales que cada año, detrás del telón, contribuyen a que la temporada lírica sea una realidad. El patio de butacas, por su parte, se llenó de personalidades del mundo de la cultura, del sector empresarial, de la política, de la judicatura o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La mezzosoprano María José Suárez condujo el acto, que cosechó prolongados aplausos, especialmente el que recibió Rodríguez-Ovejero tras recoger la medalla y pergamino conmemorativo, momento en que estrechó la mano del alcalde para alzarlas juntos en modo de orgullo y agradecimiento. En su discurso, recordó el importante arraigo de la lírica en la ciudad que se remonta al siglo XVII en el Teatro del Fontán, convirtiéndose la de Oviedo en la segunda temporada más antigua de España, solo por detrás del Liceo de Barcelona; y desde el siglo XIX ha estado siempre ligada al Campoamor. «Casi podemos decir que la ópera forma parte del ADN de Oviedo; contribuimos a apoyar la economía de Asturias y potenciamos la marca Oviedo como referente de la cultura y la lírica».

No se quedó ahí. Ovejero lanzó una petición: «Dar un paso más para ser un verdadero referente mundial». Los mimbres ya existen. Por las tablas del coliseo han pasado «los más grandes de la ópera internacional» como Renata Tebaldi, Luciano Pavarotti, Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, Joan Pons, o más recientemente Carlos Álvarez, Sondra Radvanovsky, Stuart Skelton, o Ermonela Jaho, citó. Artistas de primer nivel que «sienten Oviedo en sus corazones».

Ahora, desde la Fundación se marcan como objetivo «apoyar el nuevo talento naciente español y muy especialmente asturiano». Ya lo han demostrado durante el estreno mundial de La dama del alba, primer título de la 75 temporada de Luis Vázquez del Fresno. Otra meta «es abrir cada vez a más personas jóvenes la oportunidad y la experiencia de vivir la ópera en vivo» para que se «enamoren de este arte que sin duda cambiará sus vidas»; y «buscar sinergias» con otras instituciones para hacer «cosas grandes» porque «tenemos un enorme potencial como ciudad», agregó.

«Exclusivo grupo»

El alcalde, por su parte, resaltó que la Fundación Ópera, al recibir la Medalla de Oro de la ciudad, pasa a formar parte «de un exclusivo grupo de personas» que han sido galardonadas con la máxima distinción de la ciudad. Entre ellas, el bombero Eloy Palacio (2016), la Cocina Económica. la Escuela de Minas (2009), Las Pelayas (2007) o el Ilustre Colegio de Abogados (1975).

Las razones, abundantes. Tantas que el primer edil subrayó que la «Ópera es el mejor patrimonio inmaterial» que tiene Oviedo consiguiendo que «año tras año traer a este escenario las figuras más importantes» creando una «temporada de alto nivel». «No debieron ser fáciles los inicios, pero tampoco lo son ahora. Habéis hecho una gestión de la pandemia digna de admiración; hicisteis historia». A finales de 2020, programaron once funciones de dos óperas en trece días, con Oviedo Filarmonía. Su repercusión rebasó fronteras.

Ayer de nuevo Oviedo Filarmonía, bajo la dirección de Lara Diloy, interpretó la obertura de Manon de Jules Massenet -la misma que se oyó en la reinauguración del Campoamor en 1948- y Cavallería rusticana de Pietro Mascagni. La soprano asturiana Beatriz Díaz cantó «Donde lieta usci» de La bohème de Giacomo Puccini que, según dijo la presentadora del acto, María José Suárez, es el «título más representado», mientras que Giuseppe Verdi ha sido el compositor que más veces ha sonado en el Campoamor. Y para seguir potenciando el talento asturiano, el tenor Alejandro Roy interpretó «La vita è inferno» de La forza del destino. Ovaciones para ambos. El himno de Asturias cerró el acto en el interior, porque el coro Intermezzo ofreció ayer dos conciertos ante el Campoamor para seguir con la celebración.

«¡Larga vida a la Ópera de Oviedo!» deseó, para poner el broche de oro, el alcalde desde las propias tablas. El próximo título: Norma.

El Comercio, 27 de septiembre de 2022 · Rosalía Agudín