La música que marca el camino

La música que marca el camino

La Catedral se llena para disfrutar de un concierto de Oviedo Filarmonía y el coro de la Capilla Polifónica donde destacó la soprano Beatriz Díaz en un «Agnus Dei» convincente y de gran expresividad


En la Catedral, anoche, se celebró otra de las citas musicales marcadas en rojo para los melómanos de la capital del Principado. Tras el concierto del pasado sábado del grupo asturiano Forma Antiqva, la Catedral ha vuelto a ser escenario para la música.

Con motivo de la conmemoración del año jacobeo 2021, la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Oviedo, al mando de Alfredo García Quintana (asistente al concierto en representación del Consistorio), ha puesto en marcha una serie de actividades culturales, deportivas y musicales entre las que se enmarcaba este concierto a cargo de la orquesta Oviedo Filarmonía y el coro de la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo».

Del mismo modo que en el veraniego ciclo de conciertos «OFIL contigo en verano», que está llevando a cabo la orquesta en el claustro del edificio histórico de la Universidad, la expectación que había levantado este concierto se pudo percibir en el escaso tiempo (apenas diez minutos) que las localidades duraron a la venta, propiciando largas colas de público para acceder a la Catedral y un lleno absoluto del templo ovetense a pesar de las filas de sillas auxiliares colocadas en ambas naves laterales. Sin duda alguna, el programa, atractivo y ligero, formado por la Sinfonía número 22 en mi bemol mayor de Haydn y la Misa en do mayor de Mozart, unido un cuarteto solista del Principado, fueron motivo más que suficiente para que acudiese un público ávido de música clásica, y disfrutase de lo servido. A los mandos de las operaciones Lucas Macías. El director onubense retornaba a comandar la OFIL tras el parón estival manteniendo su elegancia habitual y su alta gestualidad, sacando adelante de forma aseada los cuatro movimientos de la sinfonía del compositor austríaco. Equilibrio, tempos ajustados y una orquesta bien ensamblada que transmitía en todo momento serenidad y confianza. El plato fuerte de la noche llegó de la mano de la Misa en do mayor. A la orquesta ovetense se unió el coro de la Capilla Polifónica y un cuarteto solista de altura integrado por cuatro asturianos: Beatriz Díaz (soprano), Lola Casariego (mezzosoprano), Juan Noval Moro (tenor) y David Menéndez (bajo), que interpretaron sus papeles desde los púlpitos.

Aunque la Catedral de Oviedo es un marco incomparable para iniciativas de este tipo, jugó por momentos alguna mala pasada a los resultados artísticos de la obra mozartiana. El coro de la Capilla Polifónica «Ciudad de Oviedo», bien trabajado y reforzado para la ocasión hasta alcanzar los cuarenta efectivos sobre el escenario, sufrió para sobrepasar a la orquesta, quizá con más volumen del necesario. Además, la acústica tampoco fue ningún aliado de los músicos, pues la reverberación lastró en algunos pasajes una audición adecuada. Del cuarteto solista, muy sólido y seguro durante todo el concierto, destacó la soprano Beatriz Díaz en un «Agnus Dei» convincente y de gran expresividad que se ganó desde el primer minuto a unos asistentes entregados que, tras una hora de velada musical, aplaudieron con bastante justicia el trabajo visto y escuchado desde el templo ovetense.

La Nueva España, 29 de agosto de 2021 · Jonathan Mallada Álvarez