Zemlinsky y la marginación de la diferencia

Zemlinsky y la marginación de la diferencia

Ghita, la dama de compañía de la Infanta que encarnó la soprano Beatriz Díaz, fue la intérprete más convincente en el desarrollo de su intervención y estuvo impecable en su trabajada línea vocal


La Ópera de Tenerife presentó Der Zwerg (El Enano), del compositor austriaco Alexander von Zemlinsky, cuyo libreto, escrito por George Kloren, se basa en una de las cuatro historias recopiladas en el libro de cuentos Una casa de granadas de Oscar Wilde, concretamente en El cumpleaños de la Infanta, inspirado en los enanos de la corte española retratados por Velázquez.

La ópera se desarrolla en un acto y narra la celebración del decimoctavo cumpleaños de la Infanta de España, Donna Clara. Entre los muchos regalos recibidos, destaca el que le hace el Sultán turco: se trata del Enano que da nombre a la obra, un ser deforme que canta y baila y que la Infanta recibe con agrado porque la divierte. El Enano, sin embargo, piensa que la infanta se ha enamorado de él y pretende besarla. Naturalmente es rechazado por la noble, llamándole monstruo. y ordena a Ghita, su dama de compañía, que le lleve ante un espejo para que vea la cruda realidad, pues él nunca antes había contemplado su propia imagen. El descubrimiento de su fealdad le provoca un ataque al corazón y se desploma, muerto. No obstante, y pese al envoltorio de superficialidad, Der Zwerg habla de un hombre víctima de la discriminación y marginación de una sociedad desalmada e indiferente al sufrimiento ajeno.

Para el director de escena Danel Jeanneteau, creador de esta coproducción de la Ópera de Lille, Ópera de Rennes, Foudation Royaumont y el Théatre de Caen, el lugar en el que transcurre la historia está limitado por el orden ideal de la corte y el caos del exterior. Se configura una escenografía construida por un marco blanco y luminoso, algo elevado como umbral de un espacio inferior, oscuro e indefinido por el que transitan los personajes; finalmente, un gran espejo ocupa el fondo del escenario.

La soprano alemana Mojca Erdmann fue la cruel y burlona Infanta y, con bello timbre, voz fresca y destacado registro agudo, delineó con precisión el personaje. El tenor nacido en Bilbao Mikeldi Atxalandabaso destacó como el Enano, de timbre adecuado a su personaje, algo oscuro y de centro carnoso. Sin embargo, fue Ghita, la Dama de compañía de la Infanta y que encarnó la soprano Beatriz Díaz, la intérprete más convincente en el desarrollo de su intervención, impecable en su trabajada línea vocal y capaz de trasladar al espectador migas de ternura y lástima. Completaron el reparto el bajo-barítono Philipp Jekal como Don Esteban y las criadas y amigas a cargo de Nina Solodovnikova, Carmen Mateo, Maria Ostroukhova, Ezgi Alhuda y Sophie Burns, roles que mantienen la burla y el desprecio.

Alessandro Palumbo dirigió la difícil partitura exigiendo calidad interpretativa tanto a la Sinfónica de Tenerife como al Coro Titular Ópera de Tenerife-Intermezzo dirigido por Carmen Cruz; ambos objetivos, sin duda, se vieron conseguidos en una interpretación muy aplaudida.

Ópera Actual, 13 de marzo de 2023 · Estrella Ortega