L’elisir d’amore

«Beatriz Díaz se situó a la cabeza del elenco, firmando una Adina de armas tomar, con una gestualidad decidida y un desempeño vocal envidiable. Acometió con gusto y precisión cada frase, legando una excelente interpretación que evidencia un gran trabajo de fondo. Todo un triunfo para la soprano» (Platea Magazine, 16 de noviembre de 2017) que «se presentó con una Adina muy rica en matices, pleno dominio de la “mesa di voce”, además de un contundente agudo y se reveló como una cantante en plenitud, con apabullante dominio técnico». (Ópera World, 15 de noviembre de 2017). «Una Adina impecable. Resuelta, impetuosa y espumante, entre la exhibición virtuosística y la dulzura expresiva que llevó a su terreno, al de la madurez de una voz que goza de un momento vigoroso. Una verdadera delicia que el público supo reconocer con rotundas ovaciones». (La Nueva España, 14 de noviembre de 2017).

«Haber debutado en el Teatro La Fenice –confesaba entusiasmada la artista en una amena entrevista para la prensa– supone un deseo cumplido. Hace tres años estuve en Venecia y visité el teatro. Mi comentario entonces fue que ojalá algún día pudiera llegar a cantar aquí, pero lo veía casi imposible, y menos con un papel como la Adina de «L’elisir«, que se adecua a mis características vocales y que, desde el punto de vista teatral, da mucho juego». Tanto que su actuación fue calificada de «impecable», porque la cantante «cumplió sobradamente tanto en los números individuales como en los de conjunto, teniendo su momento más feliz al final de la obra con el “Prendi, per me sei libera”, que dijo de manera magistral, con una exquisitez al alcance de muy pocas sopranos» y fue «sin duda lo mejor de la velada» (La Nueva España, 5 de noviembre de 2010).

Ocho años antes de triunfar en Italia maravillando con uno de los títulos más singulares del prolífico compositor Gaetano Donizetti, cuando encarnó el rol protagónico de Adina en el Teatro La Fenice de Venecia en 2010, la soprano ya daba muestras de una prometedora carrera internacional como quedaba confirmado por el buen desempeño que exhibió en su primera participación en L’elisir d’amore como Giannetta, donde en los oídos de la opinión especializada del experto y junto al director de escena ovetense Emilio Sagi, siempre elogiado por su brillante trabajo, se vislumbraba «otro talento asturiano de potencial enorme, Beatriz Díaz, que de planificar adecuadamente su perfeccionamiento técnico tiene mucho que decir a medio plazo» (La Nueva España, 18 de diciembre de 2002).