27 Abr La Filarmónica de Gijón dona 4.500 euros a Galbán
Voces asturianas y solidarias a beneficio de las familias de niños con cáncer de Asturias
→ La Sociedad Filarmónica de Gijón entregó ayer a la Asociación Galbán, de lucha contra el cáncer infantil, los 4.500 euros recaudados en la gala lírica benéfica organizada el pasado 22 de diciembre con la colaboración del Teatro Jovellanos, en la que participaron la soprano Beatriz Díaz, la mezzosoprano Serena Pérez, el tenor Juan Noval-Moro y el pianista Marcos Suárez, todos asturianos. El dinero se destinará a la novedosa unidad de Cuidados Crónicos Complejos y Paliativos Pediátricos del Hospital Universitario Central de Asturias.
En aquella gala lírica tan emotivamente especial, que contó con la colaboración el Club Rotario de Gijón y fue presentada por el comunicador Pachi Poncela, se puso de relieve la presencia entre el numeroso público asistente de la alcaldesa de la ciudad, Ana González, y de Lara Martínez, gerente de Divertia, como muestra del apoyo municipal a la causa de la asociación.
Al día siguiente, el crítico musical de El Comercio, Ramón Avello, glosaba de este modo los méritos de los artistas: «De la ópera a la zarzuela, así fue el viaje lírico que emprendimos ayer de la mano de tres cantantes asturianos en continuo ascenso. Beatriz Díaz ha cantado en los últimos años varias veces para la Filarmónica de Gijón, la última vez el pasado octubre, con los encantadores Cantarinos pa que suañes. En la anterior temporada de la Ópera de Oviedo, la soprano de Aller obtuvo un éxito rotundo y conmovedor con su papel de Madama Buterfly. Nacido en Pola de Siero, Juan Noval es un tenor que se podría calificar de todoterreno por su gran versatilidad. En noviembre pasado, cantó en el Campoamor el papel de Rodolfo, de La bohème, con gran empaque y lirismo. La gijonesa Serena Pérez es una mezzo con gran futuro. Recientemente, interpretó a la segunda de las damas de La flauta mágica, en Oviedo. Las voces estuvieron acompañadas por el pianista langreano Marcos Suárez. Este último tuvo un acompañamiento funcional, cómodo para los cantantes y más preciso en la ópera que en la zarzuela. Marcos realizó un gran esfuerzo: fue el único que estuvo interpretando durante las casi dos horas que duró el recital».
■ El Comercio, 27 de abril de 2022 · L. M.