Ovación a la zarzuela, «uno de los grandes hitos de la creatividad artística mundial»

Ovación a la zarzuela, «uno de los grandes hitos de la creatividad artística mundial»

Directores artísticos, musicólogos y cantantes aplauden el expediente del Ministerio para distinguir el valor patrimonial del género lírico


«La zarzuela no encuentra equivalencia en otras disciplinas escénicas. Es absolutamente imprescindible que figure en el catálogo de Patrimonio Inmaterial de la humanidad». Cosme Marina, director artístico de la Fundación Musical Ciudad de Oviedo y del Festival de Teatro Lírico Español de la capital asturiana, que este año cumplió sus tres décadas de programación y aúpa a la ciudad como una de las grandes valedoras de la zarzuela en España –tras Madrid–, es otro de los expertos que ha saludado con efusividad la iniciativa del Ministerio de Cultura por la que se ha incoado el expediente para la declaración de este género como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Por ahora de España, aunque Marina ya avanza en un paso mundial.

Es el de ahora un reconocimiento que persigue que desde las más altas instituciones se «contribuya a la salvaguarda de este género musical». Y ahí está en cierta medida el drama, según los expertos, ya que si bien nadie duda de su categoría como manifestación cultural propia española, resulta en cierta medida desolador que esté necesitada de esa protección general para garantizar su salvaguarda.

Dice Cosme Marina que, sin paliativos, «estamos ante un género que durante siglos ha sido y es uno de los grandes hitos de la creatividad artística mundial, cimentado en unas características que lo hacen único: su personalidad híbrida, fruto de un mestizaje que lo ha enriquecido con opulencia, y una capacidad esencial, en cada periodo histórico, para adaptarse al pulso de la vida popular con una fiereza artística –siempre desde una óptica chispeante–» que no han tenido otras manifestaciones artísticas.

Otro musicólogo y experto en la materia, Jonathan Mallada, crítico musical de La Nueva España, califica igualmente de «totalmente necesaria» la iniciativa adoptada por el Ministerio de Cultura. Pero lo era ya, dice, «desde hace unos años». «Para mi gusto llega tarde, pero lo más importante es que llegue y que, de este modo, se pueda generar una conciencia global sobre la zarzuela que permita proteger el patrimonio lírico español».

Estudioso del género y sus hitos, Mallada es consciente de que «el desconocimiento general de la población» ha jugado en contra de la zarzuela, «o quizás el hecho de que en la actualidad no esté tan de moda y perdure en el imaginario colectivo como una manifestación artística del pasado». Lo que pudo contribuir a que se haya extendido «una imagen sesgada y distorsionada de un género que, durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX era consumido con intensidad en toda España y en Hispanoamérica. Las cifras de estrenos durante estos años y los datos de recepción y circulación del repertorio evidencian que la zarzuela llegó a convertirse en el primer género de consumo de masas (antes incluso que el cine) y se erigió como la música popular por excelencia».

Asegura que «en cuanto a su importancia y difusión en la sociedad, podríamos decir que la zarzuela llegó a ser, salvando las distancias, algo así como el reguetón de los siglos XIX y XX: en la práctica totalidad de los teatros de Madrid se programaban zarzuelas todos los días: uno, dos, tres e incluso cuatro títulos cada noche. Es decir, por seguir con el mismo paralelismo del reguetón, la situación no era tan diferente a hoy en día».

Para este experto, hay luces de esperanza sobre todo por «la inmensa labor de recuperación y de apuesta por la zarzuela que se está haciendo en Madrid y, especialmente en Oviedo; acorde, claro, a las características presupuestarias y demográficas de ambas ciudades. En todo caso, debería ser motivo de orgullo para todos los asturianos lo que se hace por ayudar a preservar un género centenario y convertirlo en una de las señas culturales de la capital del Principado». Lo que lleva implícito, dice «el reconocimiento a la labor cultural desarrollada por todas esas personas, asociaciones e instituciones que, desde hace tres décadas, trabajan de forma incansable por mantener la zarzuela y el teatro lírico español en el lugar que, por méritos propios, le corresponde».

A la lista de entusiasmados se suma la soprano lírica Beatriz Díaz. «Que a la zarzuela se le quiera dar su lugar es una buenísima noticia. Porque durante años no se la ha tratado como debería. Los que nos dedicamos a la interpretación somos perfectamente conscientes de que, incluso cuando cantamos fuera de España y yo lo he hecho en infinidad de ocasiones, siempre sin excepción recogemos éxitos con la zarzuela. A ver si somos capaces de hacer con nuestro género español, único y específico, lo mismo que los alemanes han hecho con la opereta. Porque el tratamiento que tienen y el lugar que se le da a uno y otro son totalmente diferentes. Este paso del Ministerio puede ser importante para que tomemos conciencia de que tenemos un patrimonio muy especial. Si se empieza a respetar y a querer este género, a través de una iniciativa justa, necesaria y totalmente merecida, incluso pueden animarse algunos autores a escribir más zarzuela», comentó la cantante.

La Nueva España, 27 de julio de 2023 · A. Rubiera